miércoles, 11 de marzo de 2009

Hablar es fácil, pero callar
requiere prudencia y dominío.
Hablar oportunamente, es acierto.
hablar frente al enemigo, es civismo.
Hablar ante la injusticia, es valentía.
Hablar para rectificar, es un deber.
Hablar para defender, es compasión.
Hablar ante un dolor, es consolar.
Hablar para ayudar a otros, es caridad.
Hablar con sinceridad, es rectitud.
Hablar de sí mismo, es vanidad.
Hablar restituyendo fama, es honradez.
Hablar disipando falsedad, es conciencia.
Hablar de defectos, es lastimar.
Hablar por hablar, es tonteria